***De camino a la Antigua***
***De camino a la Antigua***
(La belleza de los árboles)
Si pudiera quedarme
inerte como un árbol,
daría en abundancia mucho
más de lo que recivo.
Le permitiría al viento acariciarme,
disfrutaría de esa brisa primaveral,
que llega luego del invierno,
y me desvelaria bajo el embrujo
de una noche en plenilunio,
de una luna que se queda estacionada,
contemplando Antigua Guatemala.
Albergaría gustoso en mI regazo,
a los pájaros y sus flautas dulces,
los escucharía cantar por las
mañanas mientras tomo un
baño de sol, viendo el despertar
de los grillos desvelados.
Si pudiera quedarme
inerte como un árbol,
permanecería en silencio
reverencial, cuando el Creador
habla a su creación con voz inefable.
No abríria la boca para quejarme,
incluso del hacha cruel,
en las manos de aquel,
que acaba con mi vida
y quema mis despojos
en la hoguera y comercia
mi cuerpo mutilado.
Mi gratitud por todo lo recivido,
la expresaria en silencio,
permitiendole a la elocuencia,
de quién sirve, expresar mi sentir
y no no por eso esperar recibir
agradecimientos y pleitecia.
Si pudiera quedarme
inerte como un árbol,
yo seria el muro donde,
los enamorados escriben
sus nombres encerrados
en un corazón y el escondite
donde da su primer beso
la doncella.
Sería mudo testigo del
inicio de las más bellas
historias de amor...
exalaria de esas primaveras
su candor y florecería
fruto de tanto suspiro.
Si yo pudiera quedarme
inerte como un árbol,
brindaría mi sombra al
fatigado y cansado,
al rico, y al pobre,
al bueno y al malvado,
de la misma forma en
que el Creador, cuando
ofrece su amor y bendición
no hace sin distinción.
Si yo fuera un árbol,
vivieron con alegría,
en Antigua Guatemala,
seria quien daría la bienvenida,
con una sonrisa de flor
y un verde esperanza.
Si yo pudiera quedarme
inerte como un árbol,
esperaría el embate
de la muerte,
de pie y con dignidad,
sin lamentarme.
Y si alguien me la adelantara,
con gusto brindaría mi cuerpo,
para que se transformará,
en la cuna que arrulla,
la barca en la que se navega,
la mesa donde se comparte,
o la cruz donde el amor
redime.
Oxwell L'Bu copyright 2015-2020
(La belleza de los árboles)
Si pudiera quedarme
inerte como un árbol,
daría en abundancia mucho
más de lo que recivo.
Le permitiría al viento acariciarme,
disfrutaría de esa brisa primaveral,
que llega luego del invierno,
y me desvelaria bajo el embrujo
de una noche en plenilunio,
de una luna que se queda estacionada,
contemplando Antigua Guatemala.
Albergaría gustoso en mI regazo,
a los pájaros y sus flautas dulces,
los escucharía cantar por las
mañanas mientras tomo un
baño de sol, viendo el despertar
de los grillos desvelados.
Si pudiera quedarme
inerte como un árbol,
permanecería en silencio
reverencial, cuando el Creador
habla a su creación con voz inefable.
No abríria la boca para quejarme,
incluso del hacha cruel,
en las manos de aquel,
que acaba con mi vida
y quema mis despojos
en la hoguera y comercia
mi cuerpo mutilado.
Mi gratitud por todo lo recivido,
la expresaria en silencio,
permitiendole a la elocuencia,
de quién sirve, expresar mi sentir
y no no por eso esperar recibir
agradecimientos y pleitecia.
Si pudiera quedarme
inerte como un árbol,
yo seria el muro donde,
los enamorados escriben
sus nombres encerrados
en un corazón y el escondite
donde da su primer beso
la doncella.
Sería mudo testigo del
inicio de las más bellas
historias de amor...
exalaria de esas primaveras
su candor y florecería
fruto de tanto suspiro.
Si yo pudiera quedarme
inerte como un árbol,
brindaría mi sombra al
fatigado y cansado,
al rico, y al pobre,
al bueno y al malvado,
de la misma forma en
que el Creador, cuando
ofrece su amor y bendición
no hace sin distinción.
Si yo fuera un árbol,
vivieron con alegría,
en Antigua Guatemala,
seria quien daría la bienvenida,
con una sonrisa de flor
y un verde esperanza.
Si yo pudiera quedarme
inerte como un árbol,
esperaría el embate
de la muerte,
de pie y con dignidad,
sin lamentarme.
Y si alguien me la adelantara,
con gusto brindaría mi cuerpo,
para que se transformará,
en la cuna que arrulla,
la barca en la que se navega,
la mesa donde se comparte,
o la cruz donde el amor
redime.
Oxwell L'Bu copyright 2015-2020
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