***Entre el cielo y las tejas***
***Entre el cielo y las tejas***
Tlac, tlac, tlac suenan las
teclas de mi vieja máquina de escribir,
escucho a mi corazón latir,
mientras la lluvia cae sobre las tejas,
haciendo un sonido similar,
casi como componiendo una sinfonía.
Y entre las tejas y el cielo,
flota ese ferviente anhelo,
de ver la luna y conversar con ella,
aunque en esos monólogos interminables,
ella siempre se queda callada.
El volcán con sus silencios eternos,
que solo interrumpe, cuando bosteza;
entonces una mujer fervientemente reza,
frente a un altar por el amor que no puede declarar.
Tlac, tlac, tlac las teclas suenan y las palabras no dejan de bailar,
como si un poema quisieran recitar
a las buganvilias que en los balcones colgadas, no dejan de soñar.
Antigua, Antigua de techos tejados,
de corazones enamorados,
que no dejan de latir, porque el amor,
nunca dejará de existir.
Antigua que entre las tejas y el cielo,
arrullas ese anhelo, de ciudad eterna,
de ciudad suspendida en el tiempo,
en esa dimensión que extasía al corazón.
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Foto: Sergio Mejia
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