“El vidente ciego”
.“El vidente ciego” Allí se le podía encontrar, en ese viejo portal, comiéndose un tamal y tomando su café en un posillo despeltrado… Ciego de nacimiento, más la vida le dió un don, el de ver lo que otros no veían. Le llamaban el vidente ciego, que en su desasosiego le daba por hablar y contar lo que veía; no, no era un cuentero, pero con sus historias alimentaba, lo que los cuenteros contaban. Los patojos acudían a verlo, sin que el los pudiera ver, también las panaderas y las que vendían atol y chucherias, para escucharlo y alguno que otro perro callejero, que al verlo, pensaba que ya había encontrado dueño. Otros decían, que el viejo tenía fiebre de locura, de esa que no se cura, que al no poder ver, le dio por enloquecer; pero era como los poetas un loco benigno. El decía ver, a los niños del estanque la Unión, que solían salir a jugar en las noches y a tomar leche, de las tetas de las sirenas de la fuente, no faltaba quien murmuraba que estaba demente; pero como explicar, las hue